Palabra de Mark Allen

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Prólogo de Mark Allen al libro The Big Book of Endurance Training and Racing, del Dr. Phil Maffetone

Traducción de Ester Galindo

Mark Allen ha sido campeón del Ironman de Hawái en seis ocasiones y fue nombrado por la revista Outside como el hombre con la mejor condición física del mundo.

 

Mi carrera como atleta comenzó en 1968, tras responder a un anuncio de un periódico local en el que se publicitaban las pruebas para entrar en el equipo de natación. En aquel entonces yo no era capaz de nadar más de un largo en una piscina de 25 metros sin tener que pararme para coger aliento. En los casi treinta años que han transcurrido desde entonces, he probado casi todas las teorías y los estilos de entrenamiento en mi afán por alcanzar la excelencia deportiva. La evolución hasta mi rutina actual no fue un camino de rosas. Durante aquellos años de entrenamiento reglamentado en natación asimilé una filosofía muy estrecha de miras, que se limitaba a hacerlo todo cada vez más rápido. Si podía nadar más metros y nadarlos más rápidamente, podría competir a mayor velocidad. O eso es lo que yo pensaba.

Los resultados que obtuve en las competiciones como resultado de este tipo de programa eran, a lo sumo, mediocres. Realmente, lo de «Haz más y más rápido» solo funciona para aquellas personas cuya genética se impone a la locura de su entrenamiento y los lleva a la excelencia de todos modos. Tras doce años compitiendo en natación me sentía completamente quemado, tanto física como mentalmente. Y, encima, me iba con la sensación de que no había alcanzado todo mi potencial. Pero en ese momento no fui capaz de descubrir la causa.

Afortunadamente la vida me regaló una segunda oportunidad para explorar los límites de mi capacidad deportiva. En 1982 me embarqué en lo que se ha convertido en un viaje de ensueño por el mundo del triatlón, aunque no siempre fue un viaje placentero. Mis primeros años fueron un reflejo de mi carrera como nadador. Debido sobre todo a mi mentalidad de nadador, «Haz más y más rápido», mis pocos éxitos se fueron intercalando con lesiones y mejoras esporádicas. Pero a diferencia de la natación, que no es un deporte de impacto, el precio de entrenar en triatlón de manera poco sensata conlleva no solo el deterioro mental, sino también físico. Necesitaba cambiar algo.

Y justo en ese momento me presentaron al doctor Phil Maffetone, quien ya llevaba cosechado un montón de éxitos entrenando a triatletas. Me advirtieron de que lo más probable es que, al principio, sus métodos me parecerían una locura, pero también me aseguraron que funcionaban. Eso fue en 1984. Y sí, en aquella época su filosofía a la hora de entrenar era prácticamente opuesta a mi enfoque «haz más y más rápido». Ahora estamos en un nuevo milenio y estas técnicas de entrenamiento, que en su día se vieron como una locura, son aceptadas prácticamente por todo el mundo como el único método que te permitirá alcanzar tu máximo rendimiento año tras año. Durante los años que he contado con el asesoramiento de Phil y he aplicado su programa de entrenamiento, he sido capaz de computar una larga lista de victorias internacionales en triatlón, incluidos seis títulos en el Ironman de Hawái, ¡el último de los cuales lo gané a los treintaisiete años!

En The Big Book of Endurance Training and Racing, el doctor Maffetone describe al detalle su filosofía de entrenamiento, la que yo he utilizado a lo largo de mi carrera como triatleta. Si has utilizado estas herramientas y técnicas, ya sabes que funcionan. Si todavía no lo has hecho, sé bienvenido a lo que, sin lugar a dudas, será un nivel de rendimiento deportivo totalmente nuevo. Dedícale tiempo a este programa. Deshazte de tu ego porque, en el corto plazo, te parecerá que no estás consiguiendo nada. Pero a la larga, te lo garantizo, verás los resultados de los que tú te sabes capaz.

 

 

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